¿Cómo fue que llegué hasta aquí?

 Mi día comienza con una alarma que suena después de que la naturaleza acostumbrada de mi cuerpo abrió los ojos.

Despedir al ''tóxico'', porque ahora está de moda decirle así al marido, asegurarme de que lleve lonche y un termo limpio, ¿cómo podría sobrevivir sin café? Sería un crimen, ¿alguien puede comenzar el horario laboral sin café? Sean honestos.

Regresar a la cama con el crío, duerme como angelito, ¡Qué generosa fue la naturaleza de darme un hijo con esa cara tan hermosa! Antes de volver a dormitar un rato, gotas para ojos recetadas por el oftalmólogo, no olvidar, muy importante, a menos que quiera pasar el día con ardor, hinchazón y el ojo más rojo que el infierno (en caso de que el infierno sea rojo).

Atender mi página, el negocio va mejor, no soy millonaria, espero llegar a serlo, pero puedo decir que logramos sobrevivir un año ya.

Soy ciega de un ojo, reversible hasta que el oftalmólogo de su diagnóstico final. 

Me la paso metida en el jardín de niños, ¿cómo fue que llegué a pasar gran parte de mi día ahí? Soy la clásica mamá que anda en el kinder ayudando, organizando y hablando con otras mamás que hacen lo mismo. Podría decir algo negativo, pero si soy franca, me gusta esto, es refrescante hablar con chicas que tienen más o menos los mismos problemas, no es que mis amigos no me agraden, es que no tienen hijos, aún no entienden lo que significa estar en esta montaña rusa de eventos y emociones.

Algunos, los más maduros, habrán visto con sus sobrinos cómo va todo esto, pero el resto ni les interesa y menos comprenden, así que a veces es más cómodo evitarlos y seguir con mis deberes. Claro, tiempo no me sobra, ya no, desde que el bebé se convirtió en parvulario, ya no hay tiempo, porque tengo deberes extra.

¿El niño? Es un ser independiente y bello, tiene mi encanto, mi mayor orgullo. A veces tengo la idea de tener otro, pero no quiero verme en la batalla cada mes, ¿y sino resulta y termino decepcionada? No quiero agregarle una tristeza a la vida, si viene bien, sino también, tengo 3 años para pensar, 35 es el límite. La vida giró y aquí estoy, ¿cómo llegué hasta aquí? Ni yo misma lo sé.

Saludos y abrazos.

Au Revoir!!


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