Crush de adolescencia vol. 1

Esta vez, como ya es tradición, voy a contarles más historias con vecinos, amigos y conocidos como en: El raro, Historia de terror e Historias para pasar el rato. Esta vez tocará de los crush de adolescencia.

Qué vida la mía: El vecino lindo

Para esta historia nos trasladamos al año 2005, hace 14 años, ¡carajo, cómo pasa el tiempo!
De adolescente no era fea, ¡estaba bien culera! y aparte era medio ''fresa'' según yo (en ese tiempo estaba de moda serlo entre pubertas de 14-15, con RBD, la música, etc).
Un buen día mi madre me mandó a la tienda y de mala gana fui. Mientras compraba un kilo de tortillas y un repollo, vi a través de los estantes de latas un rostro, no pude dejar de verlo, así que con la timidez de una mocosa común, lo seguí un poquito y sin que se diera cuenta lo seguí observando mientras él buscaba una coca cola de dos litros retornable. 

Para mi desgracia, uno de los carniceros se dio cuenta y entre risitas burlonas me dijo ''¿Te gusta? Yo sé donde vive, tiene tu edad'', ¡trágamepinchetierrachingadamadre! Le dije que no, que ni al caso y me fui a pagar con el rostro tan rojo cual tomate. Un día le ayudó a cargar las bolsas del mandado a mi mamá y supe que ya había encontrado al chico ideal. Al tener una hermana mayor bastante preocupada por no decir metiche en mis asuntos amorosos, preferí quedarme callada, me gustaba el chico y ese iba a ser un secreto para mi diario y para mi, ¡cosita!

Con una habilidad solo comparable con Sherlock Holmes, supe que era el nuevo vecino, tenía mi edad, le gustaba el básquet y el fútbol, la secu a la que iba (una chafa arriba del cerro), pero le gustaba la vecina pedante (que hasta la fecha me cae mal la pinche vieja mamona y gorda, pero que a mi madre le cae bien ¡ja!).

Todas las tardes pasaba frente a mi casa botando su balón de basquet para ir a las canchas y yo pegada a la ventana con la esperanza de animarme a hablarle. Era tanto mi trauma, que escuchaba un balón y sabía que era él. Pero mi hermana se enteró, no por el diario ya que yo inventé un código de escritura (no dejaría que lo supiera) sino porque era obvio que cada que él pasaba yo me quedaba pegada a la ventana. 

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Afortunadamente, la vecina de al lado se llevaba muy bien con él y entre ella y mi hermana harían lo posible por ayudarme, entonces tuvieron una magistral idea para decirle que me gustaba: como tenían su número, le marcaríamos desde el teléfono de mi hermana y pondríamos la canción ''Qué vida la mía'' de Reik en plan admiradora secreta. Bien teto el asunto.

No sé, cómo ni cuando pero supo que era yo y ahora cada que pasaba frente a mi casa tarareaba la canción, ¡No mames! Tan lindo ♥  Luego mi amiga nos presentó y él fue muy amable e incluso platicamos un poco (mi amiga y él hablando y yo asintiendo con la cabeza como tonta), pero a mi me dejaban mucha tarea y ni me dejaban salir, por lo que rara vez coincidíamos.

Sin embargo, su familia estaría poco tiempo mientras buscaban otra casa y mi primer amor se marchó pronto. Lo extrañé mucho, de hecho les dije a las víboras de mis compañeras de la secu que era mi novio, inventé idas al cine, que me estaba enseñando a jugar fut y largas pláticas afuera de mi casa. 

Al paso de los años ya no supe más de él. Seguí mi vida hasta que en mayo de 2016 lo volví a ver. 
¿Adivinen donde? En una tiendita. Ese día después de trabajar (viernes de beber y descansar) fui a casa de mi mejor amiga y pasamos por fritangas para degustar mientras bebíamos unas Indio bien heladas. Yo estaba buscando una coca de bote y lo vi cuando estaba pagando a través del espejo del carnicero: no había cambiado mucho, usaba el uniforme del Madrid y fue como tener 14 otra vez.

El tipo le preguntaba al dependiente sobre ''eso que se le pone a los hot cakes''.
¿Lo volveré a ver? Lo dudo, pero fue grato saber que seguía siendo ese chico tierno (por lo menos a simple vista).

Y ese fue mi crush de los 14 años. De hecho siempre tuve un crush amoroso, así de ''lo amaré en silencios'' jajaja en la prepa y un par en la uni. Al final tuve un crush y dije no, este no puede ser solo un crush: terminé teniendo un hijo con él y ahora vivimos juntos, ¿apoco no es curioso recordar los ''crush'' de adolescencia?

Después les cuento del de la prepa...



Au Revoir!!

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