De cuando era puberta

Me acuerdo que en la adolescencia tuve unos gustos medio campechanos y bastante variados. Cuando tenía 12 fue que todo comenzó a joderse, las cosas iban cambiando y yo seguía con apariencia digna del parvulario, empezaba a tener gustos interesantes aunque nada vergonzoso porque mi canción favorita era Cosas Imposibles de Gustavo Cerati. Hasta ahí iba bien, en general era pop y rock en español. Cuando entré a la secu definitivamente valió, porque me empecé a juntar con niñas mas pendejas que su servidora en aquél entonces: niñas pobres que quieren ser fresas. Recuerden que allá por el 2003- 2004 las telenovelas juveniles y Paris Hilton eran la sensación, y sí, todas queríamos ser como Paris, solo que sin el dinero ni la cabellera rubia ni el cuerpo.
Las típicas chamacas que hacen todo lo que las amiguitas hacen, el rollo es que antecito de entrar a la prepa se me pasó un poco eso de los gustos medio fresas, me aplaqué.
Y señoras y señores: mi transformación, pasé de ser un intento de niña fresa a que mi ropa en casi totalidad fuera color negro y adopté el delineador como estandarte, sin olvidar los converse rotos y apestosos.

Ese color era el del diario, ni pensar en variarle a la ropa, todo debía combinar perfectamente con la esencia de oscuridad y desenfado. Tenía posters que pegué en la puerta de mi cuarto como si fueran una especie de mural, hasta que se deterioraron, luego redecoré y se tuvieron que ir, para darle paso a mi cuadro de Enrique Bunbury.

No usaba faldas a menos que fuera con medias negras o largas. Los shorts eran un caso aparte: los aprovechaba para emular el atuendo de Angus Young, con todo y corbata, tengo un saco de vestir al que le puse un parche de AC/DC y no mentiré, ¡se ve genial!

No me permitía el uso de glitter o ropa con alguna especie de brillo, es que iba contra mi actitud de chica mala. Lo que recuerdo con gran cariño es cuando usaba camisa manga larga color negro y sobre esta una camisa rosa fucsia o rojo pasión. Es que así iba todo, esa era yo.

Aún conservo la sudadera con un hoyo al final de la manga a manera de espacio para mis pulgares, la usaba TODOS los días, cuando de plano ya estaba muy apestosa, simplemente la cambiaba por otra del mismo color, la de repuesto y ya está.
Ni pensar o imaginar en usar una chaqueta de mezclilla clara, que ese color iba en contra todos mis mandamientos. Y los moñitos coloridos, y el cabello enmarañado.
¿Las uñas? Negro y rojo, siempre.
De hecho, en la escuela hablaba, pero ya en la calle era seria, no hablaba ni con parientes ni vecinos, bastante hermética.

Incluso unos vecinos idiotas que ahora creo venden droga o están llenos de hijos (que no se note el rencor) me llamaban lesbiana, pero en un mal plan o me gritaban emo, o sea, no era emo, era rocker, ¡ignorantes!

Estoy segura que si la yo de 17 me viera, se infarta la chiquilla, se infarta al ver que me he permitido la ropa de color o el uso ocasional de tacones, los vestidos coquetones y un sinfín de cosas que en ese entonces jamás pensé usar.

Por supuesto que eso de bailar banda y todo lo que no sea del ''lado oscuro'' estaba prohibido, ahora soy de las primeras que no sale de la pista (a veces).

Coleccionaba CD's, que por supuesto aún conservo, ¿qué clase de persona creen que soy? Que Gerard Way, Angus Young, Freddy Mercury y otros más se molestarían y mucho.

Sin embargo, las cosas han tomado un rumbo interesante, no soy una hipster aunque por mis gustos me han tachado de serlo, pero soy más que una etiqueta, la adolescente que solo usaba ropa negra siendo (o intentando) ser adulta y lo más importante: tengo una cámara.

Una banda que amaba en aquellos tiempos era:



Hace rato salio en mis viejas listas de reproducción y me dio nostalgia, tanta que escribí este post.

Au Revoir!!

P.d.: Todo bien con derechos de autor, solo que volví a leer la obra y le agregué nuevas cosas, así que estamos en proceso. C:

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