Enero
Apenas íbamos saliendo del ajetreo decembrino, luego de la noticia de que mi ojo izquierdo no iba a recuperar la visión (después platicaré a detalle), las ventas navideñas, regalos y demás, por fin hubo un respiro. Estaba con la idea de que pronto tendría casa propia, mejora económica y tranquilidad en general. Aprovechamos los días, me dediqué a hacer una revolución en casa, sacando lo que no se necesita, ropa que ya no le queda al niño, ropa gastada, cosas ''para reparar a futuro'', depuración y días calmados.
Febrero
Pero todo lo que sube tiene que bajar, los primeros días fueron de calma, ventas de San Valentín, entregas, la escuela del niño, todo con total normalidad, hasta que me dio gripa. La noche del 14 de febrero decidí que al día siguiente no llevaría a mi hijo a la escuela, mi marido me dijo tú descansa, ni te levantes cuando me vaya, así que me tomé un coctél de medicamentos, el antibiótico, las gotas para ojos, el niño acurruado a un lado mío, todo a la perfección. Ni me di cuenta cuando el tóxico se fue al trabajo, me quedé profundamente dormida con la idea de levantarme hasta el medio día. Por eso me asusté al escuchar los golpes en la puerta, eran 8:50 am mas o menos, me asomé por la ventana y las vecinas tocaban la puerta y me decían ''tu mamá te necesita'', vi patrullas y alboroto, les dije que iba para allá.
Me puse lo primero que encontré, desperté al niño y fui lo más rápido que pude, dejé al niño con la vecina, pobrecito, no sabía lo que pasaba. Estaban desalojando a mi mamá, de la casa en la que crecí, la misma donde la familia vivió durante más de 30 años, todos esos años tomados por desconocidos y aventados a la calle. Como pudimos llevamos lo mas que se pudo a la casa donde yo vivía. No hubo aviso con anticipación, no me quisieron dar información y fueron groseros, incluso humillantes.
El evento sobra mencionar que fue traumático para la familia, no se pudo hacer mucho más que tratar de seguir, sin embargo, a la persona que nos rentaba, dicho sea de paso era amiga por décadas de mi mamá, no le pareció y nos subió la mitad de la renta, aparte de decirnos que vendería la casa pronto. Intentamos negociar, pues se supone nosotros la compraríamos, pero simplemente se negó y al final tuvimos que buscar a donde irnos.
Marzo
Visitas sin avisar de la dueña de la casa, se sabe que existen derechos para quienes rentamos, pero esta persona hizo caso omiso y llegaba sin previo aviso, pretendiendo que mi tiempo estuviera a su disposición, quería más dinero, pese a que mi madre le pidió, como favor por los más de 30 años de amistad, quedarse mientras encontraban donde vivir, pues el desalojo fue inesperado y no encontraban casa en renta, pero esta persona, no fue flexible y se negó.
Mientras luchábamos con lluvias y cuidando las cosas que estaban afuera, pues también se robaron varios objetos, se vendió y regaló lo que se pudo, era demasiado, para acabarla, vimos como llegaban los nuevos dueños de la casa. Yo con el festival de la escuela, ocupados en conseguir dinero para otra renta.
Abril
Logramos extender el tiempo en esa casa, cuidando las cosas que había afuera, se consiguió un departamento provisional, se llevaron la mayoría de las cosas, nosotros también teníamos que apurarnos y buscar donde vivir, un sitio con escuela cerca, fue ir y venir viendo casas, queríamos en el área para evitarle al niño el cambio de escuela. Aparte yo estaba ayudando a organizar el festival del día del niño, empacando a ratos, trabajando en el negocio, el estrés de todo, el enojo y tristeza, frustración por no poder hacer nada.
Mayo
Estar todos casa, la falta de tiempo, de descanso, el estrés de no encontrar casa y la presión de la dueña por sacarnos me tenían (nos) de malas y llenos de estrés. Esta mujer cambiaba de parecer, como quería venderla y al momento tener el dinero, nadie aceptaba el precio tan fuera de la realidad que quería por la casa, así que nos propuso darle una cantidad en efectivo y lo demás en pagos, le pedimos solo un mes para conseguir la cantidad pero se negó, pensó que teníamos el dinero, de haberlo tenido no habría estado batallando en ese lugar. Entonces nos dijo que teníamos que salirnos en una semana, claro que le hice saber nuestros derechos, en ese momento mi familia ya estaba en el otro departamento y apenas la mitad de mis cosas en maletas. El carro cada dos o tres días amanecía ponchado.
Junio
Con el tiempo encima, sin dinero sufiente, nos llegó un pedido grande, el día de la entrega se nos salió la llanta del carro en plena carretera, afortunadamente solo fue el susto y logramos avanzar con la empacada, solo hacía falta un lugar para vivir, ¿dónde? Cada semana íbamos a ver lugares, mandar mensajes y llamadas, hasta que vimos un sitio al otro lado de la ciudad, en zona segura, escuela a un par de calles, tiendas y transporte cerca, patio, aceptaban mascotas... pero seguía lejos. Entonces mis suegros me hicieron el favor de acompañarme a verla, y pese a ser bastante más pequeña, resultó ser la mejor opción. Así que nos apuramos en terminar de empacar, traernos las cosas, me moví para encontrarle un lugar en la nueva escuela al niño y por fin a mitad del mes ya estábamos viviendo en la nueva casa, al otro lado de la ciudad.
Julio
Acostumbrarnos y desempacar lo empacado a la carrera fue tedioso, nos deshicimos de muchas más cosas, empezamos casi desde cero con el negocio, pues nuestros clientes y puntos de entrega cambiaron.
Agosto
Por fortuna, el niño se adaptó rápido a la nueva escuela, extrañaba la otra casa y el vecindario en general, la cercanía con la familia, pero era cuestión de tiempo para recuperar los ánimos.
Septiembre
Estuve intentando revivir el negocio, sentía que habíamos cometido un error al irnos, sin grandes ideas, sin suficiente presupuesto para invertir, el algoritmo de las redes no me favorecía. Sin embargo, nuestro carro dejó de amanecer ponchado desde el primer día en la nueva casa, unas por otras.
Octubre
Logramos ganar nuevos clientes, recuperando el ritmo y tuvimos un halloween muy divertido, otro mundo a pesar de vivir en la misma ciudad.
Noviembre
Comenzaba la ola decembrina, nueva rutina de ir y venir, entregas en muchos más lugares, poquito a poco.
Diciembre
Afortunadamente se logró recuperar clientes, una rutina que permite de alguna forma ver a nuestras familias a menudo y no enloquecer en el intento.
La primera mitad del año fueron lo más caótico, un desalojo doble es lo más caótico, estresante, triste, gente que se acerca para saber el chisme, otros que se burlan, otros que apoyan y otros que quieren ver qué provecho pueden sacar.
No fue mi año favorito, pero nos sacó a todos e la zona de confort, hasta a mis sobrinas e hijo, pues todos cambiaron de escuela de un momento a otro y casa. Afortunadamente la vida siempre nos pone donde debemos estar y nos da las batallas que tenemos que afrontar. Me siento tranquila porque mi mamá ahora está en una casa donde nadie la va a sacar, se quitó amistades falsas, nos dimos cuenta de que las llantas ponchadas eran intencionales y no casualidad. Definitivamente, pasó por algo y hay que saber aceptar los cambios como va.
Espero escribirnos más seguido, ya vamos por 16 años escribiendo cuanta tarugada me pasa por la mente en este espacio, donde no hay censura para mandar a chingar a su madre a la gente culera.
Amo este espacio.
Au Revoir!!
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