Cómo superar una pérdida

El primer problema radica en que no, una pérdida nunca se supera, aprendes a vivir con ello. No es lo mismo que una ruptura amorosa, porque el final de una relación se supera, solo se acabó la relación, sigues con tu vida y conoces a alguien más, pero cuando pierdes a alguien de manera permanente no hay retroceso, no hay una segunda vuelta ni oportunidad: se fue y ya.

Cuando pierdes a alguien importante en tu vida y sí, me refiero a la muerte, es un cambio radical, eres absolutamente impotente, no puedes hacer NADA, se fue y no hay remedio. ¿Quedaron asuntos pendientes, conversaciones, planes, palabras al aire? Pues olvídalo y resígnate, no tendrás otra oportunidad porque la muerte es así, no da tregua para despedidas.

Una pérdida importante cambia tu manera de pensar, de querer, de sentir, de apegarte a la gente y las cosas. En mi caso, desde que perdí a mi padre me parecen patéticos aquellos que se la pasan llorando porque su relación terminó, con ganas de sacudirlos y decirles ''a ver, ridículo/ridícula, ¡llora y sufre cuando se muera tu padre o tu madre o tu hermano/a, sufre cuando la muerte te arrebate de golpe a un ser querido y deja de quejarte porque alguien no supo corresponderte en una relación!''. En serio, se quejan de estar sin pareja, se quejan porque alguien los ha rechazado o porque siguen obsesionados/as con su ex, en lugar de apreciar a quienes les aman de verdad y tienen a su lado, no sé, esa gente es tan frívola que asquea.

Y pensar que en algún momento yo fui así, y pensar que muchos debieron verme como la patética que se queja porque un idiota no la quiso de verdad... ¿se dan cuenta de lo idiotas que somos los seres humanos? Agarramos el rollo solo cuando no hay más remedio.

Por eso, todo se puede superar menos la muerte. Y como ya mencioné, aprendes a vivir con ello, aceptas que no hay vuelta de hoja, simplemente debes vivir, recordar lo bueno y malo. Es como las personas que pierden un brazo o una pierna, se adaptan a realizar las actividades más simples sin su extremidad, se hacen a la idea de ya no hacer ciertas cosas y llevar a cabo nuevas rutinas sin esa parte faltante, así pasa, solo que en lugar de perder una mano o pierna, se ha perdido un ser querido, un ser humano.

Aprender, es lo mejor que nos sale como humanos, es quizá nuestra razón de ser, aprender a vivir con y sin la gente, con y sin el ser querido, resignarse a lo inevitable, no enfrascarse en frivolidades. Lo más importante, sean prudentes, no se les ocurra decir ''ya lo vas a superar'' o dar palabras de aliento innecesarias si nunca has pasado por algo similar, es un consejo, no es agradable para nadie, lo mejor es acompañar a la persona y no intentar hacer que por arte de magia deje de ''estar triste''.

En fin, eso es todo por ahora.

Au Revoir!!

Una rolita para amenizar, que esto no es un funeral, es un recordatorio de la vida.



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2 Comentarios

  1. Como la muerte es algo inevitable es más fácil sacarlo de la mente, te duele ese momento, mas después lo olvidas, en cambio una ruptura amorosa puede que a algunas personas les duela mas que la muerte de un pariente. Muchas personas nunca olvidaran la fecha que fueron traicionadas, pero si olvidan la fecha en que murió un pariente. Así somos.

    Besos

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    1. Difiero, eso de recordar traiciones me resulta un tanto obsesivo, en cambio la pérdida de alguien entrañable es un duro golpe y no hablo de un simple pariente, sino de una persona que en verdad llegamos a querer, una madre, un padre, quizás un buen amigo, la esposa amada, pero eso de la traición no, simplemente es ilógico que pese más que el perder para siempre a alguien.

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