Días raros

Sin apenas conciencia, porque con el embarazo me la paso aletargada, con el pie lastimado (un esguince) y sin poder tomar medicamentos para el dolor, aquí sigo enclaustrada, todo sea por el bebé, que de no estarlo, ya me habría tomado un coctél de medicamentos y andaría de aquí para allá.

Me dí el tiempo de responder comentarios. Sé perfectamente que es una grosería no responder, sin embargo, cada que he querido hacerlo no me salen las palabras o pasa algo. Ahora en completa calma y luego de haber comido unas tostadas de carne deshebrada (comida para celebrar la Independencia de México) con su respectiva salsa verde, aquí estoy, respondiendo con mucha pena comentarios que datan desde enero.

Pues sin más preámbulo, les contaré cómo estuvo el esguince que me sacó de circulación por... ya va una semana y contando. Resulta que iba yo, muy campante a la tienda oxxo (para los que no sepan, es un sitio donde venden licores, bebidas, papas fritas, galletas, golosinas en general) uno  que queda a unas dos cuadras de mi casa, al salir me topo a mi madre, quién iba de regreso y me dijo que de ninguna manera fuera sola, que si quería algo mejor fuera a la tienda de la esquina con ella.
Vamos camino al lugar y hay un sitio donde debemos bajar unos 4 escalones, un muro y un barandal, no es alto, sin embargo, al dar el último paso para bajar, mi zapato se atoró con un borde del suelo. Esto llevo a que mi pie derecho se doblara demás y todo el peso recayera en la articulación, me aferré al muro y al barandal como pude, luego me deslicé suavemente al suelo, pues el dolor intenso del pie me impidió seguir de pie. 

Con la adrenalina del dolor caminamos mi madre y yo de regreso (unos buenos vecinos se ofrecieron a cargarme pero en ese momento aún podía mantenerme de pie). Al llegar el dolor se disparó y me quedé en la cama con el pie tan gordo como el de la gente que padece obesidad mórbida y vaya que soy de manos y pies huesudos (son muy delgados).

Por mi necedad, supuse que con algún ungüento sería suficiente y pasé una noche con intenso dolor, pero tanto mi madre como príncipe (mi amado) estaban inconformes. Así que después de dimes y diretes fui a rastras y con mucho esfuerzo al consultorio. La doctora me informó lo que imaginé: por el embarazo no podía tomar nada, solo paracetamol para bajar el dolor, sin embargo, recetó una crema de diclofenaco que podría aplicarme en el pie para bajar la hinchazón, me vendó y efectivamente, un esguince, tendría que pasar cinco días sin apoyar el pie y si quería caminar, que usara muletas. Entonces ahí voy, buscando tutoriales para aprender a usar muletas...



Afortunadamente ya estoy caminando solo con el apoyo de una muleta, necesito recuperar la fuerza en el pie. Diría mi madre ''caminas como pollo espinado''.

Au Revoir!!


Publicar un comentario

3 Comentarios

  1. Ojalá ya estés mejor de tu pie. Mi mujer sufrió una caída. No debe haber sido tan dramática pero dejó su trabajo laboral. Como somos mayores nos gusta estar haciendo algo extra pero no valía la pena el riesgo que corría.
    Está de sobra que te diga que me gusta lo que escribes. Eso de que estás en un lado pero estás en otro, como parece, agrada a un tipo formal como yo. De verdad.
    Hasta pronto.

    ResponderEliminar
  2. que bonita entrada me encanta haberte descubierto

    ResponderEliminar