Recuerdo aquél 2008 cuando estaba la llamada guerra contra el narco que el gobierno en turno llevó a cabo. Uno no podía salir en calma porque a la vuelta de la esquina había una balacera, las ráfagas de balas a veces daban contra inocentes, murieron tantos. Sin embargo en aquél tiempo estando en casa podías estar a salvo, quizás solo saliendo de día.
Por ese tiempo yo estaba en la prepa, como adolescente tenía amigas y entre todo, me acuerdo de que una chica a la que yo le hablaba de otro grupo desapareció, era una chica de lo más común, por así de decirlo: bajita, morena, un poco rellenita, como miles de adolescentes mexicanas. Pegaron carteles en todas partes, no había facebook y si lo había, casi nadie lo usaba, el myspace y el windows live messenger eran los medios más utilizados y aún así, no era tan común tener internet en casa.
Después de unos meses, la chica apareció, pero no en Tijuana, estaba lejos, por Oaxaca o Chiapas. Yo la ví y físicamente no había nada raro, pero su actitud era otra, quién sabe que pasaría y porqué se la llevaron. Ahora, a la lejanía, pienso en eso, pudo haber sido cualquiera, incluso yo, y pienso en esto porque hay varias niñas desaparecidas, en especial un caso muy sonado de una quinceañera llamada Diana, tres meses y su familia y amigos la buscan, ella salió de clases e iba camino a casa cuando desapareció. Ojalá Diana corra la misma suerte que la chica de mi generación y regrese a casa sana y salva.
Últimamente Tijuana se ha vuelto una jungla de inseguridad, es un asco vivir a la defensiva, es peor que en 2008. Hace un par de días mataron a un chico de 13 años a la vuelta de mi casa, el chico estaba en el mismo parque al que he ido sola a trotar y al que voy con mi novio por la tarde noche a tomar el fresco. Él estaba con una amiga y un infeliz por resistirse a que le robasen su teléfono, a la primera de cambio sacó un arma y le dió justo en el corazón. ¿Neta vale tanto un pinche teléfono para que mates a alguien? Y no es el único caso, a cada rato matan gente, yo considero que si alguien quiere visitar Tijuana, que lo piense no dos sino unas 20 veces, porque la ciudad es de lo peor en delincuencia.
En lo personal, cada que salgo cargo con un gas pimienta y voy revisando si nadie me sigue, no cargo nada de valor más que el teléfono, procuro evitar sitios solitarios, siempre me acerco a taquerías o establecimientos como Oxxos o farmacias iluminadas si es de noche, no me siento segura ni para ir a la tienda de la esquina aquí en el vecindario. Estoy asqueada de vivir a la espera de que mis allegados estén bien, de que mi novio no sea confundido y los policías lo suban a la patrulla solo por caminar, de que la ciudad que tanto pintan como perfecta sea una selva de violencia, corrupción e inseguridad.
Ni siquiera afuera de mi casa me siento a salvo, a veces ni dentro. Estoy pensando seriamente en la posibilidad de marcharme, esto está cada vez peor. Siempre fui partidaria de la ciudad, la defendí con la idea de que ''los buenos somos más'', pero ya me cansé, esta maldita ciudad, esta maldita gente que roba y mata por una miseria, gente sin valores que merece morir y sin embargo siguen libres disfrutando de ser la mierda que corrompe todo a su paso. Odio esta situación, estoy harta.
Au Revoir!!
5 Comentarios
Ese chico se hizo matar por hacerse el machito ante la chica.
ResponderEliminarLas leyes deberian xastigar con la muerte a todo asesino y violador.
Abrazos
De hecho al final sí fue así, el chico se quiso ver valiente y perdió por eso. En este país son ambivalentes, la justicia existe si uno tiene suerte. Triste realidad. Saludos!!
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ResponderEliminarLamentable querida amiga. Ciertamente deseamos tener otras cosas que los sueldos no pueden lograr pero perder la tranquilidad, sentir miedo, y miedo de perder la vida y comprobar que esos crímenes quedan impunes es mucha mala suerte o autoridades sin autoridad, Es una desgracia mayor.
ResponderEliminarQue encuentres un lugar que te haga feliz.
Muchas gracias. Hemos llegado a un punto en el que no nos sorprende si han matado a alguien a un lado de la casa, de la catarsis pasamos a la indolencia, indiferencia. Espero que el cambio de gobierno realmente traiga algo bueno, sino, no sé que será de mi ciudad y mi país en general. Saludos!!
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