Tras un fin de semana entre pañuelos desechables, antigripales y sopa caliente, me dispuse a hacer el zapping en la tv. Al no encontrar nada interesante, mi gato ronroneó junto a mi y dedicándome una mirada de ''¿en serio no piensas entrar a Netflix?'' decidí ir a la plataforma para toparme con ''Nosotros en la noche (Our Souls at Night )''.
Para empezar, una cinta que reúna a Jane Fonda y Robert Redford desde ya pinta para ser interesante. Ambos muestran la experiencia de su impecable actuación, demostrando que el paso de los años no hizo nada frente a este par de joyas del clásico Hollywood. Verlos juntos en pantalla luego de 38 años (The Electric Horseman, 1979) es un deleite, la química que transmiten transforma una historia que podría ser solo palomera en un drama que deseas ver de principio a fin.
¿Qué tiene de especial la historia?
Es verdad, es un romance, sin embargo, es esa clase de romance que hace falta ver y en esta ocasión, Netflix, acostumbrado a romper esquemas, deja que el público visualice un futuro que a la mayoría nos llegará: la soledad en la vejez.
Addie y Louis son vecinos que durante años solo se conocen de vista, nunca llegaron a charlar, simplemente ser conocidos a secas. Hasta que deciden pasar las noches juntos (dormir a secas) para mitigar la soledad de ambos, convirtiéndose sin planearlo en confidentes. Esto hace que ambos tengan de nuevo esa ilusión de vivir, transformando lo que bien podría ser solo una vejez calma y en piloto automático en una renovada expectativa.
Probablemente a la mayoría resulte desalentador e injusto (no habrá spoiler como tal) el final, sin embargo, es claro el mensaje que deja la cinta: el amor no tiene edad, después de todo sin importar la cronología de cada uno, el ser humano tiene la necesidad de tener un compañero con quien compartir las noches, la vida. El egoísmo de los hijos, los prejuicios e impedimentos superfluos que dejan con mal sabor de boca al espectador en algún momento de la trama forman parte de este drama que sino te rompe el corazón, te hará reflexionar sobre el futuro o te robará suspiros.
¿Recomendable? ¡Por supuesto!
Sin caer en lo cursi y mucho menos en vulgaridades, el filme es perfecto para ver solo, acompañado o con la familia.
Al final de cuentas, nunca sabes quien podría acompañarte en las noches de soledad...
Au Revoir!!
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